Anoche soñé con ella

Anoche soñé con ella. Soñé que yo misma le decía que no me gusta estar así, que no me agrada esta situación. Soñé que la abrazaba que la perdonaba y le pedía perdón.

Pero esto no es un sueño. Nos cruzamos en silencio, nos miramos sin mirar. Ignoramos nuestra presencia haciendo ver nada como si nunca hubiéramos hablado, como si jamás nos hubiéramos llegado a conocer.

Es probable que tu reacción al asunto haya sido un tanto desconsiderada; es posible que mi reacción al conflicto haya sido un tanto desmesurada -o no-. Aún así, lo que realmente es cierto es que todo esto no arregla ni soluciona nada.

Siempre me quedará el recuerdo de una efímera y bonita amistad.

Ella

Oigo como si cortaran el aire: eso es que estás cerca.

Tu dorado cabello deslumbra mi mirada. Tus ojos de indefinible color miran inocentemente creyendo que nada oscuro verán. Mirada transparente, reconfortante, resplandeciente; tez morena, tacto aterciopelado.
Vas y vienes como el extraño sueño que se repite una y otra vez. Te deslizas sin más y desapareces por el inexistente horizonte de nuestra cautelosa prisión. Te miro y tu silueta se difumina en tan sólo un parpadeo.

Quisiera que tu alma se acercara para no hablar de monedas ni mitos populares. Quisiera saber de ti, de ese alma pura. No hay porqué ponerle ningún tipo de etiqueta a todo esto. Es como... nada. Sí: es como nada.

-->Enlace: videoclip

Quisiera

Despojo mi alma del cuerpo y la dejo bajo el agua -fuera de su prisión- donde yo creo que debe estar. Las gotas de ese frío agua me erosionan, me dañan, me hieren el alma. Me dividen en mil pedazos, me desintegran, me matan.

Quisiera ser el aire que respira, quisiera ser la magia que la envuelve, quisiera alejarme -para siempre- de mi cuerpo, de mi mente... quisiera ser alma y nada más. Pura como el viento, mágica como un sueño, dividida en átomos bajo el agua... eterna como el cielo. Sí: quisiera ser eterna

y verde

y gris

y flor

y árbol...

...ALMA y nada más.

Fin ------ T

5:00, primero el sueño y después la mañana eterna; no puedo comprender la realidad.

Ella mira con recelo todo objeto y todo ser que se cruza por su mirada. Sus labios se mueven pero no dicen nada. Se ríe sin venir a cuento -sola- y espera mientras el principio del fin se aleja sin cesar.
Se va y me la encuentro, me marcho y me halla inmersa en simples pensamientos. Dos almas diferentes: dos almas esperando el verdadero final.

-----------------------------------------

La he visTo después de mucho Tiempo -a mí me pareció una eTernidad-. Sus ojos reflejaban algo de TrisTeza y, en cambio, sus labios dibujaron una sonrisa aparenTemenTe sincera.

La vi más bella o quizás Tan sólo la vi algo diferente. Puede ser que la añorarara al recordar la T que TanTo nos unió: la T de TeaTro.

Amiga

Pareces tan neutral que, a veces, me da miedo decir la verdad porque sé que en realidad no lo eres. Tus sentimientos están allá: muy dentro de ti. Parece ser que no los sacarás hacia la luz... y lo haces. A veces ríes y otras, como hoy, lloras de impotencia.
Quizá nada de lo que te dijimos te ha hecho bien, aunque sé que no haberte dicho nada habría sido mucho peor. Abre los ojos y sé tú misma. Respira, vive y, sobretodo, sonríe. Sabes que yo siempre estaré a tu lado aunque, por ciertas circumstancias, no nos volvamos a ver. Por el momento, y si no existe solución alguna, vive el presente y el futuro ya vendrá.

Tarde de verano

Recuerdo esa tarde de ardiente verano. Saliste mojada y desnuda, quisiste ocultarte de mi mirada aunque no pudiste.

Que te amaba -o quizá solamente te quería- ya lo supiste. Quería compartir mi vida contigo -a pesar del miedo que sentí por el rechazo ajeno y por el tuyo- pero tan sólo pude obtener un dulce "no". Aún así, ese recuerdo, el de aquel día, es claro, lúcido y siempre seguirá en mi mente.

Quería enjugarte con mi cuerpo, abrazarte y estrecharte contra mi pecho. Quise amarte pero reprimí mis sentimientos. Miradas ajenas centraron toda su atención en nosotras, en mí, en mi extraño comportamiento. Con cierto pudor, intentaste ocultar tu cuerpo de mis ojos aunque tus esfuerzos fueron inútiles. ¿Cómo pretendías huir de mi mirada -para que dejase de observar tu sutil belleza- si estabas junto a mí?

Profesora y alumna

La profesora le ha dicho algo a su alumna. Ésta última no podía creer lo que acababa de oír. Por un momento, pensó que tan sólo habían sido imaginaciones suyas aunque, realmente, estaba equivocada.

¿Fue un simple malentendido? Quizás no. Quizá sólo fue algo que pasó o, mejor dicho, que ha pasado. La alumna, que supuestamente tiene alma de poeta (o poetisa, da lo mismo), se quedó completamente perpleja al escuchar lo que la profesora le dijo. En algún momento, sintió muy dentro de sí misma algo de rabia, odio, pena pero, sobretodo, decepción.

Pasaron las horas en ese día tan ajetreado -"ese tic-tac invade mi mente y alimenta mi agonía si la soledad me da la mano"- y la alumna no dejaba de escuchar en su cabeza aquella oración llena de perplejidad y... ¿odio? No, no era odio. Era simplemente un "a ver si te das cuenta" pero más fuerte, más duro y, según su parecer, más cruel.

Todo está aclarado aunque nadie podrá borrar lo que la profesora le ha dicho a la alumna.

Ella

Me ha sorprendido mucho ver en ella la niña de mi interior. Es algo más descontrolada y un poco menos responsable pero, aún así, es la viva imagen de mi inocencia.

Espero no haberle causado un disgusto al llamarle la atención pero, si no lo hiciera, perdería ese respeto que siente hacia mí y la autoridad que me representa. Ahora mismo, la estoy observando cómo mira a través de la nada. Esa tranquila y vacía mirada me provocó grata calma: está serena.

Ira II

Sus ojos volvieron a reflejar ese temible enfado pero no susurró palabras extrañas: ya nada le importaba. En tono irónico, nos dijo aquello que tantas veces habíamos escuchado y el tan angustiado "¿qué pasará?" ha sido algo que ya hemos vivido.

Ayer explotó pero hoy... hoy, supuestamente, todo le da lo mismo. Bajamos la cabeza y reflexionamos sobre nuestro pasado y futuro. Se ha decepcionado aunque, para algunos, esto no ha sido nada más que otro aviso.

Ira

Sus ojos reflejaban cierto enfado al escuchar aquello que nunca quiso haber oído. Sus labios susurraron algo que no logré comprender pero, a medida que fueron pasando los minutos, lo hice.

Pasamos por un mal trago al darnos cuenta de la situación aunque su sonrisa final nos provocó gran alegría. Después de todo, siguió feliz, tal y como lo había hecho siempre, y nos advirtió de aquello que podría pasar. ¿Qué pasará si...? Prefiero no averiguarlo.

Dos mujeres

Hay dos mujeres: una es culta y la otra una ignorante. La mujer culta se cree ignorante; la mujer ignorante se cree culta. Las dos leen un texto y hay cierto elemento que no logran entender.

Una tercera mujer pregunta a la que es culta sobre este elemento. La mujer ignorante le da una respuesta falsa pero la culta, no muy segura de sí misma, ayuda a la tercera mujer guiándola en cierta manera e instruyéndola para llegar a la misteriosa respuesta a través de la experiencia y la lógica. La mujer ignorante insinúa que la que es culta es analfabeta. Al cabo de un rato, la tercera mujer encuentra la respuesta que buscaban gracias a la ayuda de la mujer culta.

La mujer ignorante se cree culta; la mujer culta se cree ignorante.

Impaciencia

Estaba demasiado ocupada pensando en cómo sería y olvidó la realidad que, ciertamente, rodeaba su persona. Se ilusionó demasiado en aquella futura escena para luego no mostrar entusiasmo alguno.

Tanto tiempo esperando ese suceso y ocurrió; llegó la hora. Se acercó lentamente a lo que era su destino. Impaciente, notó cómo su corazón se aceleraba por minutos. Cuerpo y mente le jugaron una mala pasada pero ya no importaba: el momento llegó. Sus labios tan sólo pudieron susurrar un simple saludo y ciertas palabras sin sentido. Después, se marchó sin dejar rastro con la única huella marcada en su rostro.

A un amor inalcanzable

Una sensación,
un sentimiento
que invadió mi corazón
y del que no se puede hablar…

Unos días,
unos años,
una vida entera
para poderte encontrar…

Y te encontré,
después de tanto tiempo…
Te encontré, al fin.

Pero no puedo…
No puedo, no quiero
decírtelo a los ojos.

Eres tan gentil
y tan honesta
que no creo
que te merezca.

Una mentira,
un engaño,
un juramento
hecho en vano
que me hirió
tiempo atrás.

Un mito,
una locura,
un firmamento
hecho ternura
que me abrirá
las puertas
de la oscuridad.

Y te amaré,
lo conseguiré
en adelante
-si me dejas-
claro está.

Pero no veo…
No veo, no logro ver
a través de este
oscuro velo.

Fuiste por momentos
mi vida gemela
y supe que te quise,
te quiero y te querré
para siempre.

Sé que, el día
que consiga salir
de esta sombría cueva,
te buscaré
y arrastraré
conmigo mi alma
en pena.

Sin ti

Sin ti,
mi vida
es un infierno
y mi alma enamorada
se consume
en esta fría
noche de invierno.

¿Cómo puedo decírtelo?
¿Cómo voy a decírtelo…?
¿Cómo decirte
que estoy con
la persona equivocada,
que sin ti
yo no soy nada,
que mis sueños
se me acaban…
y que no puedo
dormir sin antes
poder pensar
–un instante-
en ti?

Sin ti,
este alma
se marchita
y el silencio
de esta delicia
se esconde
detrás de esa
oscura cortina.

¿Cómo puedo decírtelo?
¿Cómo voy a decírtelo…?
¿Cómo decirte
que tú eres
la mujer
más bella,
que sin ti
se apagan
las estrellas
y que no puedo
vivir sin antes
poder hablar
-un momento-
contigo?

Sin ti,
el fuego
de mi cuerpo
se ahoga
y el río
del olvido
desaparece
por la agrietada
tierra de la soledad.

¿Cómo puedo decírtelo?
¿Cómo voy a decírtelo…?
¿Cómo decirte
que, por dentro,
yo me muero
al pensar que
con otra persona
siempre vas a estar,
que conmigo
tan sólo
habrá amistad
y que no puedo
seguir así sin antes
poder estar
-un segundo-
por ti?

¿Cómo decirte
que te quiero
y nada más?