Cambio

Me siento alegre por haberme marchado aunque, al mismo tiempo, siento cómo la nostalgia se apodera de mí poco a poco.

El tiempo es efímero y mi tiempo se malgastó en pequeñas simplezas. Una después de otra... y a derrochar segundos que pronto se transformarán en años. ¿Verdad? ¿A que es cierto? ¿A que no me equivoco? No, no lo hago. No digas que sí porque no: para nada.

A veces

Quiero contarte para explicarte que todo es extraño desde que ocurrió. Quiero decirte, quiero sentirte, para después poder dejarlo todo atrás. A veces estoy sin ti, a veces estoy contigo, a veces cambio sin darme cuenta. A veces volvería, a veces huiría, hay veces que no sé qué es lo que debo hacer.

Entender que todo sigue -a veces- sin razón, los demás se han ido lejos, tú quieres estar solo y yo... yo te quiero a ti.

Futuro

Creyendo que nada ocurriría y sucede. Todo pasa cual sueño inesperado. Ése es mi consuelo: pasa y pasará.

Me encuentro sola, en medio de la nada absoluta y, aún así, lo comprendo todo. Que a mi edad me pase esto... ¿será normal? ¿Es correcto que prevea cosas y jamás llegue a evitarlas? ¿Está bien pensar en desconcierto y no decir la verdad completa porque, simplemente, no sería correcto decirla?

El sentirse estar viviendo el doble de tiempo es desesperante... porque nada ocurre y sucederá.

Vida efímera

"Mi alma envejece cuando menos me lo espero. Mi alma envejece... y desespero".

Evoqué mi pasado y lo hice a través de sus ojos. Esos ojos me recordaron a los ojos de aquél que me perturbó. Seguramente, en el instante en el que los ojos del primero miraban, reían, escuchaban, los del segundo se mantenían completamente cerrados: dormían.

Tengo el cabello de múltiples colores: rubio por aquí, castaño por allá, algo más oscuro, una pizca de blanco... ¿arco iris? Alma de plata, mirada de acero, sueños de azabache... edad temprana; edad tardía.

Tanto vidas como conversaciones se mantienen paralelamente opuestas. Aunque, una vida... ¿qué es?