lunes, 2 de marzo de 2009

Sonámbula

Podría decirte que soy la suave brisa que sopla entre los árboles, que todo lo que vi no fue cierto, que nada de lo que viví fue real. Sin embargo, a pesar de las muchas complicaciones que rodean mi persona, te soy sincera, te soy leal.

Te espero casi sin quererlo, te quiero casi sin pensarlo. Sí, te quiero pero no pienso en quererte sino pienso en ti porque te amo. Cada frase que sale de mis labios, de mis dedos, de todo mi ser, está empapada de tu esencia. Es tu sola presencia la que me hace temblar en mi agonía, es tu mirada la que me ruboriza en un destello.

Durante el día es cuando te anhelo, durante la noche es cuando te sueño. Claros infinitos de sueños voluptuosos son los que me acompañan en la oscuridad pero despierto en un lugar desconocido con el temor adueñando mi cuerpo: te recuerdo mas no estás.

Quererte tanto me perturba, pues duermo mucho pero no descanso nunca.

3 comentarios:

  1. hermoso leerte siempre...

    tienes una ternura inmensa en tus versos..

    saludos fraterno..

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  2. mejor no se pueden decir esas palabras, te felicito

    besos

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  3. Esto está genial, Isis.

    Yo que no soy escritor, si acaso un aficionado del montón, me guío por mi instinto. Cuando encuentro algo cuyo tono me conmueve, reconozco al ser humano en su esencia. Y cuando la palabra pasa suave como el buen vino, la palabra tiene arte.

    Las dos cosas encuentro en este texto tuyo. Y solo es el reflejo del ser humano que dio luz a estas palabras... muchos más reflejos quedan por descubrir...

    Un gran abrazo, artista...

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