martes, 1 de enero de 2008

Mi enfado

Antes de empezar, os deseo un feliz 2008.

Me enfadé mucho con Elfo y decidí ignorarle. Pasaron los días y me di cuenta que me estaba comportando como una niña de tres años. Le volví a hablar y le pedí disculpas por mi comportamiento... aunque le eché en cara el suyo. "No quería hacerte daño. Es lo que menos quiero en esta vida", dijo.

Pero seguía igual. Yo no soportaba su comportamiento machista. Se estaba convirtiendo en el típico chico que va de líder con las chicas y farda por ello. "Esta tarde he ido a jugar a la wii y tenía que enseñar a todas mis amigas", dijo. "Me están pidiendo todas salir... ¡Por qué me pasa esto! ¡Aix!", dijo otro día.

Y me hablaba de ella, ella... Me hablaba de Ondina. Parece ser que ella es un tanto manipuladora. No la conozco y, por tanto, no puedo juzgarla. Pero por lo que me ha contado...
Elfo sabe que no soporto a Troll y yo siempre le aconsejé y le dije que no era muy buena persona. Elfo lo sabe, pero jamás me ha hecho caso porque son amigos de la infancia... y yo eso lo entiendo y por esto nunca le he impuesto nada. Parece ser que Ondina es más lista que nadie y ha sacado sus armas de fuego para alejar a Troll de Elfo.
-Me he cansado de Troll -me dijo Elfo.
-¿Y eso? -pregunté mientras pensaba: "¡Bieeen! ¡Se ha dado cuenta!"
-Es que hace tonterías.
-Todo el mundo hace tonterías -dije yo.
-Sí, pero él más -dijo y yo pensé: "Pues cuando vengas y conozcas mis frasecitas tontas..."
-Ah... pero eso es normal, que haga tonterías... -dije
-Pues me he cansado de él -dijo y añadió- Ondina también se ha cansado y la he acompañado a su casa. Después me he ido a la mía.
-... -dije (bueno, escribí... porque hablábamos por el messenger)
-¿Qué te pasa?
-Nada, nada.
-Es que ella también odia a Troll.
-... -dije y pensé: "¡Encima nos compara!"

Cada día que pasaba, su comportamiento era peor. Una vez, le dije que ya no era el mismo de antes. "Eras único y ahora eres como todos" Él me dijo que le tenía que decir lo que había hecho mal para cambiar, pero yo me negué. "Tienes que darte cuenta tú; si te lo digo yo te dará igual", dije.
Sus desprecios eran tantos... que yo no los soportaba. Le dije que cada uno siguiese su camino.
-¿No quieres saber nada de mí? -preguntó.
-Hasta que no vuelvas a ser el de siempre, no -contesté.
-Como quieras. Ala, adiós.

Pero aún hay más.

1 comentario:

  1. Mon dieu, esta historia me está manteniendo en vilo...

    Esperaré a mañana impaciente ;).


    Feliz año (:

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