Querías que me enterase y encontraste la manera de poder hacerlo: en modo indicrecto. Escogiste las palabras exactas, supiste cómo engatusarlas. Las volviste y revolviste; las volviste -a decir- y las revolví, re, volví, vi, viste: re-vol-vis-te.
Una lástima que ya lo supiese de antes.
~No existes porque ya no existen sorpresas para mí~
Un gusto siempre leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos...