"Una promesa es una promesa", le dije a mi puerta entreabierta mientras cerraba la ventana que -celosa- dejaba pasar la corriente de aire moviendo las cortinas de un modo irregular.
Amabilidad asombrosa. Menudo chasco me llevé hace algún tiempo -poco-; chasco e indiferencia a partes iguales. Una palabra puede cambiar un estado de ánimo, ser difícil o sencilla, transformar situaciones distintas, crear un mundo. Dame todas las aes, las emes, las oes, las erres y me darás un quebradero de cabeza infinito en un comentario efímero que puedes borrar con un sólo clik.
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