viernes, 4 de diciembre de 2009

Adornos

Te gustaban y yo lo ignoraba. Llevaba esos adornos por costumbre y justo utilizaba aquéllos porque los tenía más cerca. No fue por nada en especial, no era que justo ésos tuvieran algo que destacara en los demás, pero los llevaba. ¿El porqué real? Porque sí -quizá-, porque me faltaban motivos o puede que me sobraran muchos de ellos: no lo sé. ¿Quién sabe qué? Yo no.

Nadie se había fijado en ellos, salvo yo. Los conseguí porque, en un principio, me llamaron la atención pero esa espectación fue efímera y marchó. Tanto así que llegué a olvidarlos: el hecho de llevarlos puestos se transformó en pura rutina.

...y no sé cómo...
...y ya quedó claro que ni porqué...

El cuándo y el dónde sí lo sé. Fue en el momento y el lugar … ¿adecuados? Para nada. No importa, lo importante es que te fijaste en ellos y el me gustan mucho, sí, sí me gustan -que acompañó la escena- fue realmente impredecible.

1 comentario:

  1. Hola anna, ¿cómo estás?, siempre un placer estar en tu blog, ahora colega, ¿dríada eres tú por lo que me estoy fijando en tu pagina?.

    Das una descrìpción es estilo semi-directo insinuándole al lector, la trama en cuestión, no das muchos antecedentes, provocando el efecto de tensión y misterio en el lectr.

    Luego haces un paralelo, entre los reales y los de tu obra estableciendo un efecto de duda e inseguridad en el lector, muy propio de los relatos de misterio, anna, y en esta obra aplicas esa técnica, porque tu dudas de ti misma.

    Y estableces un recorrido entre los adornos, su ilusión, tu sorpresa para luego tener un decenlase en rutina, que lleva al lector al mundo cotidiano.


    Para luego aclarar la duda con el cuándo y el dónde porque descubristes su utilidad práctica.

    Es un texto con matiz filosófico, colega porque le das al lector un elevado grado de dificultad, cuestionamiento y duda, para terminar en la vida cotidiana, complicando la trama.

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