En la espiral del dolor no existen los matices, tan solo son desesperados reflejos de la esperanza.
Experimentar cada uno de los sucesos en carne propia es la condena más absurda jamás vista, es decepción, es entierro en vida. Sin embargo, una vez averiguado todo, nada puede causar (más) dolor.
Un gusto siempre leerte..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Que la semana que comienza, sea de las mejores.. mis mejores deseos..