Apártame de la ventana, aléjame del paisaje que puedo ver a través de ella. Impídeme que te imagine, pues de qué me sirve imaginarte si te tengo a mi lado.
Si estás junto a mí para qué voy a pensarte lejano, por qué iba a invertarte si estás de cuerpo presente. Con mis ojos puedo mirarte, con mis manos puedo tocarte... qué no daría yo por mirarte, tocarte, respirarte, escucharte, adularte, acariciarte, sonreírte, contentarte, alegrarte.
Cerremos la puerta y demos la vuelta al cerrojo; cerremos la puerta y salgamos por la ventana entreabierta.
Hermoso Amiga
ResponderEliminarTus escritos me dejan...
digamos que sin palabras
Te sacuden por dentro
y a la vez te llenan de calma.
Muy bonito leerte siempre.
Te envío mi abrazo.
Dani..