Tú estás allí, yo estoy aquí: no hay nada más. Desapareces sin previo aviso y no apareces sin avisar. Pegas la vuelta, yo cierro los ojos y te imagino junto a mí. Avanzas un paso, yo cierro los ojos y te imagino junto a mí.
El reloj se hace pesado, vuelan las horas pero, sin embargo, los segundos se tornan largos porque son días enteros sin tu voz, sin tus palabras. No puedo comprender lo que me sucede, no quiero comprenderlo. Se dice que se vive mejor desde la ignorancia, pues dejemos que sea así.
Me faltan palabras para expresar cómo me siento, yo creía que se habían inventado todas y ahora comprendí que no es así. Difícil de explicarlo... ¿presentimiento?
Te espero, tú no apareces y yo te espero. Me enojo, tú no apareces y yo desespero.
Me disculpo por esta larga ausencia... Pero estoy de regreso para enterarme que fue lo que me perdi estas semanas!!!
ResponderEliminarsaludos...