El hecho de echarte de menos es una sorpresa para el mundo y un suplicio para mí. Sorpresa por la situación en la que estás, en la que estamos. Suplicio por dos motivos. En primer lugar, quiero estar contigo en cada instante y cada segundo que vivo sin saber nada, sin noticias tuyas, se vuelve realmente angustiante. En segundo lugar, echarte de menos implica querer verte y -aunque sí, quiero verte- esto implica, a su vez, tener que esconderme o arriesgarme a que me encuentren.
...y me pregunto por qué he de esconderme... y me pregunto por qué me arriesgo a que me encuentren.
Por que plasmas el amor escrito. y vives la ternura de tus versos..
ResponderEliminarprecioso siempre leerte
Saludos fraternos con el cariño de siempre
besos muchos
un abrazo muy grande