El "bip" de la odiosa máquina me vuelve loca, me transtorna. Varias veces por segundo oigo ese dichoso ruido. Hay momentos en los que quisiera evadirme y creer que estoy en otro lugar: un sitio tranquilo, sin ese pitido infernal.
Música de fondo: las notas van y vienen en busca de un destino concreto. Quisiera que aquel ritmo caribeño -que marcha sin cesar- se quedase junto a mí formando parte de este recargado ambiente. El calor invade todo mi espacio mientras el mal humor ajeno contagia mi ser. Mientras tanto, ese ruido fastidioso -y realmente fatigoso- campa por sus anchas sin cesar.
Nice blog. Thats all.
ResponderEliminarahhhhh que bueno pude entrar..
ResponderEliminarbesois querida.
Los ruídos, tarde o temprano, acaban cesando...
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