Seguir,
seguir hacia delante.
¡Tan sólo seguir!
Seguir siguiendo
sin mirar atrás…
Yo sigo,
sigo y ya está.
¿Y tú?
Tú te paras
a pensar
y piensas,
piensas, piensas…
Y sigues,
pero sigues allí:
en el pasado.
Yo estoy contigo;
sigo contigo,
a pesar
de aquel pesar…
Tú conoces
el seguir vibrante
de la noche
más oscura,
de aquella
vida dura
y de ese
cruel malestar…
Yo lo siento,
lo siento
de verdad.
Pero, ¿qué
le voy a hacer?
¿Qué es lo que
puedo hacer
para el pasado
poder arreglar?
Nada, nada
y nada más.
Aún queda
mucha vida,
mucha vida
para poder disfrutar.
Sentir,
sentir el sentimiento.
¡Sólo es sentir!
Yo te amo,
yo te quiero…
¡Qué estúpida fui!
Hoy,
me percaté
de tu presencia,
de tu mirada
y –luego-
de tu ausencia.
Yo sigo,
sigo y seguiré
sintiendo aunque
este frío corazón
se halle
en el hielo…
Comprendí,
al fin,
que mi vida
ha de estar
junto a ti.
¡Yo quiero seguir,
seguir sintiendo así!
Como dice benedetti... Cantamos porque llueve sobre el surco... Umbrío... añadiria yo...
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