Los dos señores me señalaron a un tercer señor que se hallaba en la lejanía. Me acerqué apresuradamente y me subí en el taxi después de que el buen hombre acomodara el asiento para que estuviera a gusto.
Estaba nervioso y no sé porqué. -Quizás el taxista era tímido. -¡Anda ya! ¿Cómo va a haber un taxista tímido? -Puede ser, puede ser.
Al fin, llegué a mi destino y no fue tan caro como pensé en un principio. El buen hombre se despidió de mí amablemente.
Hoy ha sido la primera vez que he cogido un taxi.
JIJI ALGO COTIDIANO K PUEDE SER MJUY DIFICIL LA 1a VEZ JAJAJA Y LUEGO NOS REIMOS DE LA SITUACIÓN...
ResponderEliminarInteresante...
ResponderEliminarsaludos un encanto leerte siempre..
un abrazo
para todo hay una primera vez, pero da gusto leer como nos superamos, como nos crecemos nosotros mismos
ResponderEliminarbonita y tierna entrada
besos
Jejejeje, pero, oye, ¿hay algo más detrás de todo eso? Si lo hay, explícame porque soy torpecillo.
ResponderEliminarDe todas formas, me encanta la cotidianeidad de tus palabras. A mí no me sale.