La salita estaba a rebentar. Yo pensaba en él ignorando que le tenía justo a mi lado. Me di cuenta cuando escuché la curiosa pregunta que solamente alguien con su pensar tan espontáneo era capaz de poder realizar. Pero, ¿a quién le importaba cómo era la salita de la competencia? A nadie excepto a él.
Y sonreí. Me hizo gracia. Nadie parecía haberle escuchado pero yo sí lo hice, lo hice y sonreí. Seguidamente, alguien gritó y él volvió a decir una de sus frases: esas que quedan tan bien en algunas situaciones. De nuevo, volví a sonreír aunque esta vez me hizo mucha más gracia.
No pude hablarte, me quedé con las ganas dentro aunque, bueno, otra vez será.
...solo t puedo decir q no speres otro momnto para decirle lo q...
ResponderEliminar.. no speres otra oportunidad...
..bueno tu blog s re-interezante...
s uniko... pokos lo son asi..
..spero tus malditos komntarios..
en ste maldito blog ..
http://lnfernalia.blogspot.com/
nos vemos
in the hell!!...
Muy preciosos sentimientos los tuyos y compartirlos con nosotros es un privilegio leerte...
ResponderEliminarun abrazo con mucho cariño fraterno
me ha encantado, de verdad, gracias por estos escritos tuyos tan hermosos, y por hacernos sentir como si estuvieramos flotando, por lo menos yo, me siento así
ResponderEliminargracias y un besazo
HOLA DE HECHO A VECES TE OLVIDAS DE TODO Y TE RIES DE CUALKIER TONTERIA JAJAJAJA CUIDATE MUCHO
ResponderEliminar