Casualmente, hace poco te soñé aunque, más que un sueño, tuve una pesadilla. A pesar de eso, logré olvidarte pero acabo de comprobar que el olvido no acompaña a todo el mundo.
¡Vuélvete aire! O, al menos, hazlo para mí. Desaparece de éste mi mundo y vive, deja vivir -igual que dije al alma anónima-.
Todos, alguna vez, hemos perdonado o hemos sido perdonados. Yo he perdonado a muchas personas pero éste no será el caso. Igual que he perdonado también no lo he hecho. Todo depende de las circumstanicas y éstas -ciertamente- son de peso.
Que te vaya bien y recuerda: no me conoces -aunque creas lo contrario-.